sábado, 5 de agosto de 2017

Cometieron dos errores

   Si digo que Juan Gómez Jurado se ha convertido en uno de los escritores de mayor éxito nacional e internacional no descubro nada. Si digo que se ha convertido también en mi autor favorito tampoco estoy diciendo algo novedoso. Por tanto, si digo que su última obra Cicatriz me ha encantado (obra maestra del género) no estaré descubriendo Roma, pero tampoco cometiendo ningún error.




   Para cualquier artista, cineasta o escritor no es fácil producir una obra tras su ópera magna. Muchos son los que no consiguen hacer otro disco, película o libro del mismo nivel después de haber alcanzado la excelencia de crítica y público con el anterior. A mi modo de ver, Juan Gómez Jurado después de escribir El Paciente lo tenía difícil, debía de crear algo que estuviese a su altura, demostrando que sólo hemos visto la punta del iceberg de su talento o echarse a dormir y vivir de las rentas y su fama el resto de su carrera. Con Cicatriz, Juan Gómez Jurado nos deja claro que tiene mucho talento para sorprendernos una y otra vez, escribe una obra aún mejor que su predecesora y nos deja la miel en los labios pensando lo que está por llegar. 


   Me ha llamado mucho la atención que Juan (hay confianza) ha cambiado totalmente el esqueleto de la novela. Si en El paciente lees la sinopsis y el primer capítulo, sabes perfectamente lo que te vas a encontrar. Conoces que lo que ha sucedido, sitúas a los personajes en el bando de los jedi o en el lado oscuro de los Sith, e incluso sabes la suerte que correrá el protagonista desde la primera página. En el caso de Cicatriz es todo lo contrario, tu ignorancia sobre todo es patente y sólo avanzando en la historia podrás atar cabos e ir, a la par que el protagonista, descubriendo toda la trama. Brillante. Si uno de los puntos fuertes de la obra es ese desconocimiento del argumento, no seré yo el que te diga de qué trata la novela. Léela y lo entenderás todo, incluido el título de esta reseña. 




   Cicatriz tiene mucho más que ofrecer. Son casi 600 páginas que se leen en dos días, pero no la empieces si no tienes tiempo libre porque no la podrás soltar. Cada capitulo te deja con ganas de empezar el siguiente, como en Juego de Tronos. Empatizarás con Simon, el protagonista y su no tan inusual fobia social, y dudarás como todos de la misteriosa Irina que a pesar de ser pelirroja yo no dejo de imaginármela como "La Novia" que Uma Thurman inmortalizó en Kill Bill de Tarantino.


   Hablando de cine, espero que más pronto que tarde, alguien (¿Rodrigo Cortés?) lleve al cine Cicatriz o El Paciente. Como cinéfilo estoy seguro que hay material para hacer grandes películas (y quizás un @Cinemascopazo). Si no las adaptan al cine, el mal triunfaría y "Todo lo necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada". Si no las adaptan al cine, estarían cometiendo sin duda, el tercer error.

1 comentario:

  1. Cicatriz está en mi lista y después de leerte ha subido muchos puestos

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